martes, 25 de octubre de 2016

EVAPTAINERS, UNA NEVERA QUE NO NECESITA ELECTRICIDAD


Se calcula que en nuestros días en torno al 21% de la población mundial carece de acceso a la electricidad, algo básico para que funcione una nevera. Lugares donde la conservación y distribución de alimentos frescos se hace imposible salvo a una escala marcadamente local. Esto provoca que el 45% de los cultivos cosechados en el continente africano se eche a perder antes de llegar al consumidor.

Para ayudar a remediar el problema, esta start-up ha creado una nevera que se basa en el antiquísimo sistema de la refrigeración por evaporación para mantener en buenas condiciones la comida.

¿Cómo funciona este sistema?


Para poder funcionar sin electricidad, esta nevera hace uso en su interior de un sistema tan antiguo como el hombre que consta de dos capas. Dos divisiones con una capa de plástico y otra en un material que favorece la evaporación. Dentro de la capa de plástico se introducen los alimentos que queremos conservar y al verter agua sobre el recipiente en la parte superior ésta se evapora junto con el calor del recipiente.

Un funcionamiento básico, al igual que su aspecto. Está fabricado en plástico y al abrirla vemos como en su interior está recubierta de una especie de material como el que vemos en algunos parasoles para vehículos. Se trata de un cubículo con el tamaño similar al de una nevera de esas que llevamos a nuestras barbacoas. En ella se pueden conservar pescados, carnes... y no, no va a enfriar nuestras comidas. Sólo va a conservarlas en una temperatura óptima.

Según los creadores del ingenio, esto permite que alimentos que se conservan en buen estado durante dos o tres días en climas secos y cálidos duren hasta dos semanas. Un litro de agua basta para que funcione durante dos días, y la idea es que Evaptainers cueste entre 20 y 25 euros, un precio que parece irrisorio en España, pero que supone un gran sacrificio para las familias de muchos lugares del mundo, que a menudo no llegan ni a los 100 euros mensuales de ingresos. 



Durante este verano ha pasado un periodo de prueba en Marruecos y está previsto que empiece a comercializarse a gran escala a los largo del próximo año 2017. Un invento que sin duda incidirá sobre manera en la seguridad alimentaria en los países del denominado como tercer mundo, mejorando las cadenas de preservación y distribución. Lo que mejorará las condiciones alimenticias de las personas de los países en vías desarrollo, reduciendo las posibilidades de contraer enfermedades relacionadas con la comida contaminada.

Fuente:http://www.xatakahome.com/

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